El dolor de espalda es uno de esos dolores que nos sorprenden en
mitad de la jornada laboral y de los que no nos libramos tan fácilmente.
Cuando conducimos las vibraciones del motor, el estrés que supone estar
al volante o una postura inadecuada pueden agravar el dolor con el que
te has despertado o con el que has salido de la oficina. Por ello, a la
hora de montarte en tu vehículo este dolor puede ser realmente molesto.
Para que minimices en la medida de los posible estos inoportunos dolores
te dejamos unos consejos que te ayudarán a hacer más llevadera tu
travesía, especialmente si se trata de un viaje muy largo.
Asiento
Antes de sentarte recuerda que no debes dejarte caer sobre el
asiento, entra guiándote con las caderas para encontrar la posición más
adecuada dentro del vehículo y evitar daños y malas posturas antes de
iniciar la marca. Tampoco debes olvidar que el respaldo no debe estar
muy atrás, no estás en una hamaca de la playa. La inclinación debe estar entre los 15 y 25 grados
y la altura del mismo tiene que rondar los 30 cm entre el suelo del
coche y la parte superior del asiento, mientras la cabeza está al menos a
5 centímetros del techo. Con estos trucos conseguirás una mayor
visibilidad y que el cinturón de seguridad sea aún más efectivo. Si
tienes objetos en los asientos traseros, intenta no hacer uso de ellos
hasta que no salgas del vehículo para intentar evitar una mala postura o
un giro inadecuado.
Cinturón de seguridad
El cinturón de seguridad
es uno de los elementos más importantes en el interior del vehículo,
por lo que no debes olvidar ajustarlo adecuadamente a tu cuerpo. A veces
el mismo vehículo es usado por varias personas y cada uno tiene un
tamaño diferente. Antes de iniciar la marcha comprueba que el cinturón
queda completamente ajustado a tu cuerpo: ni demasiado flojo ni
demasiado apretado. Ambas situaciones pueden ser peligrosas en caso de
accidente.
Volante
En la actualidad la gran mayoría de los vehículos tienen regulador de
volante, por lo que una vez que hayas regulado el asiento, ponte manos a
la obra con el volante. Para facilitar los desplazamientos tienes que
tener el margen necesario para moverte con soltura sin tener que tenerlo
muy alejado ni muy cerca. Nuestros brazos deben formar un ángulo de 90
grados, de manera que las muñecas coincidan con el volante sin necesidad
de despegar la espalda del asiento. Tampoco debes olvidar que la
correcta posición de las manos es en forma de V, como si estuvieras marcando las 10 y 10 en un reloj (O las 2 menos 10, como prefieras)
Espejos
Los retrovisores son de vital importancia. Conocer lo que ocurre
alrededor del vehículo mientras estamos en marcha es esencial para una
buena conducción. Por ello, debes regularlos perfectamente
antes de iniciar la marcha, tanto el retrovisor interior como los
exteriores. Una vez ajustados, asegúrate de que cuentas con toda la
visibilidad necesaria para iniciar la marcha. Tener los espejos bien
regulados te ayudará a no tener que hacer giros bruscos del cuello, ni
tener que inclinarte para ver por cualquier de ellos con total
seguridad.
Reposacabezas
El reposacabezas es el eterno maldito. A veces no sabemos muy bien
cuando está bien regulado y que no lo esté puede ser bastante más
peligroso de lo que crees, ya que en caso de accidente el cuello puede
sufrir una lesión cervical grave. Antes de iniciar la marcha recuerda
que la parte superior tiene que estar a la altura de los ojos (o de las orejas). Además no debes apoyar la cabeza en él, pues en ese caso no será efectivo. Los expertos recomiendan que este a una distancia de unos 2 cm.
Todos estos pequeños detalles te ayudarán a evitar el dolor de
espalda o a no agravarlo en caso de que ya lo tengas. Unas buena praxis
que no solo ayudará a tu columna sino que también te aseguran sufrir
menos lesiones en caso de accidentes. Recuerda que aunque a veces parece
una pérdida de tiempo innecesaria, son los pequeños detalles los que
pueden ahorrar disgustos mayores.
Fuente: RACC, tu espalda sana